lunes, 19 de noviembre de 2012

Comiendo en IKEA

IKEA, ese laberinto deperdición lleno de cosas con nombres raros tipo Gründtal, Knubbig, Fridel o Färgrik donde siempre sales con algo... 


Pero este gran complejo es mucho más que sinuosos pasillos llenos de muebles, menaje, lámparas y sillones. El verdadero festival está a la salida, pasando las cajas, un oasis lleno de productos suecos que cuando menos merece la pena bichear...


La verdad es que aparte del mito de las impresionantes rubias y de los chicharrazos del díscolo Ibrahimovic, poco más puedo decir de Suecia salvo que las famosas albóndigas tienen su punto, que los perritos con cebolla crujiente te parecen lo más grande del mundo después de salir jarto de andar y que la salsa de eneldo que tienen para el salmón está de muerte.


Ah, sí, se me olvidaba... en Suecia hay un grupazo de Rock que se te va la olla... ¿Se ha notado mucho que esta entrada era una excusa para ponerlo? ;-)








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