viernes, 31 de agosto de 2012

Degusta madre

Anoche le organicé una fiesta de cumpleaños sorpresa a mi chica. Me apetecía mucho la idea de juntarnos con amigos después de las vacaciones y petardear un rato. Lo pasamos muy bien, la velada fue un éxito de asistencia y también para el paladar que es a lo que voy. El culpable fue Jorge y su Taberna Degusta, situada en la madrileña calle de Francisco Silvela 83, a escasos metros del intercambiador de Avda América. 


Pequeña pero matona...
Desde que entras percibes que no estás en un sitio de bravas y bocatas de calamares, impacta su mural de pizarra donde están escritas con tiza una infinidad de platos que suenan a gloria celestial: pinchos, tostas, vinos, minitortilas...un no parar. Es un local con dos estancias, una primera zona de barra con mesas altas y un cuco comedor al fondo. 


La sorpresa llegó desde la primera caña...coño! Estrella de Galicia! No es muy común, como comentaba en la entrada de ayer, encontrar esta marca en el imperio de Mahou. Me encanta esta birra, compañera inseparable de raciones de pulpo y empanada en mis visitas a tierras gallegas. El caso es que me pareció muy acertado arriesgar por una marca distinta, de calidad y con personalidad. Hubo gente que se inclinó por el vino blanco, un Mesache, somontano de la Bodega Pirineos, del que no puedo opinar porque no lo caté pero que debía estar de escándalo porque no paró de rular por las copas. Y es que aunque ayer tocaba cañas, el vino es otro de los puntos fuertes, una carta amplia, diversa, con referencias curiosas y equilibrada de precio. Merece una especial mención una perla negra que pude observar de reojo detrás de la barra, la Inedit, la joya de la corona de Estrella Damm. Sin duda, un detalle más de calidad...


Y en esto empezó a salir la mandanga. Sobre unas originales bandejas de pizarra negra empezaron a desfilar un surtido de croquetas, mejor dicho, de señoras croquetas. De chipirón en su tinta, de jamón ibérico y, para mi, la galáctica de la noche, las de Boletus...chapeau! Bechamel de textura insuperable, rebozazo justo y sabor escandaloso.  Le siguieron tostas de brie con frutos rojos, de solomillo ibérico con reducción de PX y una chistorra navarra, de Arbizu concretamente, con cebolla caramelizada. Presentación cuidada y calidad para dar y tomar. Pero todavía faltaba el fin de fiesta, las famosas minitortillas de Degusta, de jamón y trufa, y de cebolla caramelizada, brutales...


Tengo pendiente una visita al mediodia para comer algunos de los platos del día que Rebeca, la mujer de Jorge, comparte con maldad por facebook. Fideuas, arroces, micuit con mermelada de violetas, carnes a la brasa, atún rojo, huevos rotos con salmorejo y una larga lista de platos donde prima la creatividad sin tonterias y la calidad de la materia prima. 


Si a esto le sumas el servicio amable, atento y profesional de Jorge y su gente llegas a la conclusión de que estamos ante un templo del buen gusto y el buen comer, un local de referencia en Madrid para no fallar si te apetece picotear, comer, cenar o tomar algo porque esa es otra, la carta de ginebras premium no te la acabas... 



Volvemos a lo siempre, lo bueno hecho con cariño, siempre sabe mejor y es garantía de éxito.


1 comentario:

  1. Doy fe de cada una de las palabras del mandanguero Perillan. Estuve allí en las postrimerías de la Navidad, típica reunión de amigos antes de las fiestas, y por poco nos sacan el Dia de Reyes con la intervención del Ejercito. Noche memorable de paladares ávidos de delicias antes de los atracones familiares, en ocasiónes, mas de batalla que de celebración. Quizás la Nochebuena de este año me decida a pasarla allí: comeré mejor y la familiaridad será como la de casa. Y no habrá turrones empalagosos sino croquetas de boletos a cascoporro.
    Ucramaña

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