Hace tiempo que le llevo dando vueltas a la idea de escribir sobre la cara B de la capi. Más allá de la gran ciudad, de sus edificios, su millones de coches y personas, sus museos, sus atascos, existen campos y huertas que nos dan productos de primerísima calidad y que creo debemos consumir o, cuando menos, conocer...
Todos conocemos las fresas de Lepe, las naranjas de Valencia, las alubias de Tolosa o la ternera de Ávila pero la cosa se complica si tenemos que enumerar productos madrileños, a no ser que aceptemos pulpo como animal de compañía en el caso de los callos y el cocido... Y no es que no los haya, es que no los hemos puesto en valor. Ya va tocando...
Quizá entre los productos más conocidos estén las aceitunas de Campo Real. Parece mentira que en el sureste de la provincia, a tan solo 20km de la gran ciudad existan campos de olivos centenarios.
Sus aceitunas son de dos tipos: Manzanilla Campo Real y Manzanilla cacereña. De color verde pardo inconfundible y gran calibre, las aceitunas de Campo Real tienen la Denominación de Calidad desde 1995. Su aliño a base de tomillo, hinojo, orégano y ajos le brinda ese sabor tan adictivo que tan bien acompaña a una caña bien tirada. Y habiendo aceituna, impepinablemente, no podía faltar el aceite. Son muchas las almazaras que en pueblos cercanos como Arganda, Tielmes, Chinchón o el propio Campo Real elaboran aceite de olvia virgen de calidad superior. En la web "Aceite de Madrid" se pueden encontrar todos los detalles y enlaces para poder comprarlo. Merece la pena...
En Madrid también tenemos huerta. Para encontrarla tenemos que irnos a la "Huerta de Madrid" que, aunque pueda parecer evidente, es así como se conoce a Villa del Prado, un pequeño pueblo que limita con la provincia de Toledo. Situado en la Sierra Oeste, Villa del Prado es el gran centro de producción hortícola de la región. Su clima, con las temperaturas máximas y mínimas más altas, le confiere unas cualidades ideales para el cultivo de acelgas, pepinos, tomates, judías verdes, calabacines, cebollas, coles, puerros, además de cereales, viñas y olivos. Para comprobar la variedad y calidad, una buena alternativa es pasarse en el mes de junio por la Feria Huerto y Vino que se organiza en el pueblo.
Mención aparte merece el pueblo de Aranjuez, no sólo por ser Patrimonio de la Humanidad sino por su poderoso atractivo gastronómico. Su huerta, con más de 2000 hectáreas bañadas por los ríos Jarama y Tajo, es rica en coles, lombardas, espárragos, guisantes, acelgas y, por supuesto, fresas. Algunos chefs madrileños la consideran la mejor huerta de Europa y para muestra no perderse este artículo que se publicó en El País el año pasado.
Podría eternizarme hablando de los ajos de Chinchón, los melones de Villaconejos, los judiones de Horcajuelo o los quesos de oveja y cabra que se elaboran en la Sierra Norte pero quiero guardar las últimas líneas, ahora que es época de vendimia, para hablar del Vino de Madrid. Sí, sí, el mundo no se reduce a riberas, riojas, somontanos y penedés, el vino de Madrid también existe y a mucha honra. Arganda, San Martín de Valdeiglesias y Navalcarnero son las 3 grandes subzonas productoras de vino de la región. Por suerte he podido probar muchos: Tagonius, Manú, El Regajal, Grego y Asido entre otros y tengo que decir que estamos hablando de auténticos vinazos que no tienen nada que envidiar a otros mucho más afamados. Tengo la espinita pendiente del premiado Licinia 2006 del que he oido maravillas y que espero comentar en breve.
A lo que quiero llegar con todo esto es que a mi me encanta ir a comer a Lanzarote y en el restaurante me ofrezcan un vino de La Geria y sus quesos de oveja majorera, claro que sí, es lo suyo!! Esto en Madrid es una utopia... Aquí nos come la gran ciudad, el cosmopolitanismo ensombrece lo autóctono y se busca lo universal dejando de lado lo local y particular. Si nosotros no somos los primeros en valorar lo nuestro...¿quién lo va a hacer?
Ah! Y se me olvidaba!! El Rock n Roll... de Hortaleza!
Mandanguero, se te ha olvidado decir que los churros y porras de Madrid son de los mejores de España. Vale que no salen de la huerta pero cuando vienes de fuera y los pruebas piensas: ¿ Pero por que me he perdido yo esto todos estos años? En Zaragoza ni se le aproximan.
ResponderEliminarMe alegro de que nos refieras estas delicias porque viniendo como vengo denla misma huerta del Ebro se me olvida que aquí también puedo encontrar esas maravillas y no solo verduras plastificadas de invernadero. Gracias
Ucramaña
Ay maña! Si es que tú vienes mu mal enseñada! Con las maravillas que tenéis a mano en la ribera del Ebro tienes que flipar con los tomates y verduras de Chernobil que nos venden por aquí... Así que ahora toca hacer patria madrileña! Mua!
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