lunes, 1 de octubre de 2012

I Feria de Quesos Artesanos: un no parar

Aprovechando que el domingo salió el sol me acerqué por la Casa de Campo movido por el olor de la I Feria de Quesos Artesanos de España. El evento en cuestión tuvo lugar en la Cámara Agraria de Madrid y la verdad es que espero que no sea la última.


El recinto tiene un gran patio central al aire libre bordeado por soportales que han servido para cobijar a los distintos stands que ofrecian sus quesos gentilmente. Para todos los amantes de este manjar lácteo un evento de estas características es una auténtica locura. Quesos manchegos, catalanes, asturianos, andaluces, vascos, castellanos, extremeños, menorquines y por supuesto, y en gran representación, madrileños...

Los probé todos, mejor dicho, todos los curados y la verdad, tengo que decir, que estamos hablando de quesos de una altísima calidad y con mucha personalidad. Por destacar algunos, un queso de la sierra de grazalema gaditana, llamado Payoyo, elaborado con leche cruda de oveja y conservado en manteca. Potente, con textura suave y un sabor impresionante. Por lo que he podido ver en su web son quesos reconocidos y premiados nacional e internacionalmente y, la verdad, no me extraña... 


Más clásico, pero también digno de mención, el Idiazabal de oveja latxa Artzai-Gatza, en sus dos variantes: curada y ahumado. De sabor inconfundible, textura pastosa y ese maravilloso aroma que le da el ahumado. La representación manchega tampoco se quedaba atrás con maravillas como el queso curado de oveja al romero de La prudenciana, un clásico de la mancha con ese toque de romero fantástico, una delicia. Por no dejarme ninguno mencionar maravillosas representaciones de Asturias con su A foga el Pitu en todas sus versiones, el semicurado de Mahón (lástima que el curado se les terminase porque es genial), tortas extremeñas de primerísimo nivel y un escasa presentación catalana con quesos de Lérida y Gerona muy a tener en cuenta.



Capítulo aparte merecen los quesos de Madrid. Fantástico el Embrujo de la Sierra de Torremocha del Jarama, con un queso de leche de oveja cruda distinto, muy personal, por no hablar también de sus yogures y requesones, grandes! Los quesos Valdealberche, de San Martín de Valdeiglesias, son quizá los madrileños más peculiares y distintos, todos son de cabra y elaboran 6 tipos distintos a cual más espectacular. No podían faltar los famosos quesos de La Cabezuela, de las cabras de la sierra de Guadarrama. Me quedo con su "Bomba" curada, con ese toque a roquefort y ese picante tan característicos. 


No quiero olvidarme del Vega de San Martin y Santo Mames también impresionantes, quesos de cabra con unas texturas fantásticas. Pero para mi gusto, el gran triunfador en la categoría madrileña son los Quesos Ciriaco (buen nombre, como mi abuelo...) de Colmenar de Oreja. Impresionantes quesos de oveja, en sus 3 modalidades, curados, semicurado y en aceite. No sabes con cual quedarte, si bien el curado y el en aceite son una auténtica locura, el semicurado es de los mejores que he probado en mucho tiempo...y eso que no les suelo prestar mucha atención a los semis. Chapeau!

Pero claro, el queso habrá que empujarlo con algo...¿no? Pues ahí estaban las birras de madrid: La Cibeles y La virgen. Tenía ganas de probarlas y las sensaciones fueron muy distintas. Servían cañas a 1,50€ en vaso de plático bastante decentes. La rubia de Cibeles bastante normalita, suave y fresquita, sin más. Me quedé con ganas de probar la tostada para ver si me aportaba algo más, así que la buscaré en botella. 


La sorpresa fue la cerveza La Virgen, elaborada de las Rozas. Tienen 3 modelos, una lager rubia, una más tostada que llaman Jamonera y la Negra. Sólo probé la lager rubia y estamos ante una birra distnta, con personalidad, muy artesana. Con 5,2% de alcohol pero muy ligera, un gran descubrimiento. Me compré una botella de la jamonera para probara y espero en breve hablar de ella.



También hubo una escasa representación vinícola, quizá lo más flojo de la feria. Apenas dos puestos, uno de las bodegas Jeromín con sus afamados Grego, Puerta de alcalá, etc... y otro de vinos Qubel y Juliana, ricos pero sin demasiada historia. Quizá en ferias posteriores estaría bien aumentar la oferta vinícola, ya que quesos y vinos se entienden de maravilla...

Concluyendo, una gran feria, en la que destaca la variedad, la amabilidad del personal, el gran servicio ofertando probar constantemente y un precio muy razonable, algo que se agradece ya que se tiende a subir a la parra en este tipo de eventos. Lo dicho, enhorabuena los organizadores y patrocinadores por la iniciativa y al año que viene más!

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