Anchoacas

Sí, creo que son ellas las culpables de que me lanzara a abrir un blog de estos tan pintones. Saben los que me conocen bien que hago castings de anchoas allá donde voy, las compro de todas las marcas y tamaños y hasta las intento hacer artesanalmente en mi casa (con discreto resultado hasta la fecha...).

Pero recuerdo dos de lagrimón: unas que probé hace años en un pequeño bar de L'Escala (Girona) y las de Casa Santoña que me decidí a probar después de mucho hablar sobre su fama.

De las primeras tengo un recuerdo especial...
Fue hace años, en una Semana Santa, y tras conducir desde Madrid, me senté, jarto de coche en un pequeño bar de L'Escala, me pedí un birrote para curar las costras de la boca y le dije al afable propietario: "he recorrido 700km para probar sus anchoas". Al señor se le iluminó la cara, como si tuviera ante sí un maravilloso reto gastronómico, un oasis de emoción en su quehacer diario.  "Siéntate ahí chaval", me dijo chulesco, desafiante... 

Ahí apostado en esa pequeña mesa baja de madera desgustaba mi Estrella, mirando el cielo tormentoso y el mar agitado, como si también estuvieran impacientes por probar lo que maquinaba en la barra el cocinero. "Ahí lo llevas" dijo mientras dejaba caer con desgana el plato en la mesa...

 

Dos filetes de anchoas, largos, carnosos, de carne rosa oscura y sin una sola espina, acostadas sobre un pan de coca (tumaca, como no..). Frente a mi, petrificado, esperando mi primer bocado, aguardaba el cocinero mi veredicto... "De la hostia", le dije asintiendo... Textura fantástica, carnosa, ligero toque de mar y combinación perfecta con el pan... Sin mediar palabra, el señor regresaba de nuevo a la barra, como si nada, triunfador. El viaje había merecido la pena.

Las de Casa Santoña las probé el mes pasado. "Las mejores anchoas del mundo" reza su web. Generalmente este tipo de faroleos me echan para atrás, pero bueno...pa'lante. Se trata de una empresa familiar que tiene varios restaurantes en Madrid y alrededores. Me acerqué con mi chica al de Tres Cantos y la verdad es que, al verlo desde fuera, pensé "aquí no puede haber nada bueno..."... sin ningún encanto, ramplón y tirando a cutre...pero allí, en la vitrina, se encontraba mi tesoro (con voz de Gollum). Distintos envases, con distintos tamaños y con anchoas de varios calibres.

Decido comprar una tarrina con unas 40 anchoas de calibre medio, por 23€, un lujo que esperaba mereciera la pena... y vaya que sí! Muy finas, si señor, vaya clase!! Suaves, ligerísimo toque salado, color rosa suave, ni un sólo pelo y textura y sección fantástica. Habrá que ir a por más...

¿Mediterráneas o Cantábricas? ¿Santoña o L'Escala? Esa es la cuestión...